Decoración de mesas para disfrutar de tu momento Hygge (feliz)
Dinamarca es uno de los países más felices del mundo según un informe de la ONU. ¿Su secreto? Algunos lo atribuyen al Hygge, su manera de disfrutar del hogar y compartir la vida con los seres queridos. ¡Te explicamos cómo organizar una comida Hygge para ser más feliz!
Dinamarca, junto con Noruega e Islandia, es uno de los países más felices del mundo según un informe de la ONU. ¿Su secreto? Algunos lo atribuyen al Hygge, su manera de disfrutar del hogar y compartir la vida con los seres queridos. ¡Te explicamos cómo organizar una comida Hygge para ser más feliz!
¿Qué es el Hygge?
El concepto Hygge, que no tiene traducción en otros idiomas, se relaciona con el bienestar personal, con el sentirse cómodo y relajado. Se trata de una actitud, de un estilo de vida centrado en los pequeños placeres, en saber dejar las obligaciones a un lado.
Podríamos decir que los daneses han hecho de la necesidad virtud. En invierno, cuando sólo tienen 4 horas de luz diarias y temperaturas medias de 0ºC, pasan largas jornadas en casa y quizá por ello han cuidado especialmente la decoración del hogar y las formas de entretenerse en casa.
Ahora que muchos de nosotros estamos inmersos en los propósitos de año nuevo, en la rutina del día a día (¡quedan ya lejos las vacaciones de Navidad!), puede ser un buen momento para parar, para consentirnos un poco y buscar esos momentos de felicidad en las pequeñas cosas.
¡Porque no es necesario tener condiciones climatológicas tan adversas para aprender a disfrutar de nuestros momentos Hygge!
Decoración de mesas para una comida Hygge
El Hygge es comodidad, bienestar, pequeños placeres… Reunirse alrededor de una mesa en buena compañía y degustando nuestros sabores preferidos es una muy buena fórmula para ser felices.
A continuación te explicamos cómo podemos incorporar algunos elementos de la filosofía danesa en la decoración de mesas. ¿El objetivo? Crear un ambiente 100% feliz y acogedor en una comida en casa.
¿Mesa para cuántos?
Estamos hablando de dedicarnos un tiempo para hacer aquello que nos hace sentir bien, ya sea con amigos, en pareja o con nosotros mismos. Así que la primera pregunta que debemos plantearnos antes de organizar una comida Hygge es: ¿Qué es lo que realmente me apetece? Se trata de invitar a aquellas personas con quién sinceramente queramos compartir ese rato, nada de compromisos o “creo que debería…”.
Aunque depende de cada persona, y sus circunstancias, parece más fácil conseguir un ambiente Hygge si nos juntamos en petit comité en vez de celebrar una gran fiesta, de manera que podamos disfrutar plenamente de la conversación y los invitados. Cantidad no siempre es sinónimo de calidad 😉
Manteles y servilletas de tela para un ambiente acogedor
Los textiles son nuestros gran aliados para una decoración de mesas Hygge. No importa si queremos disfrutar del desayuno en soledad, si organizamos una cena íntima o con amigos, los manteles individuales de tela se adaptan a todas las ocasiones. Junto con las servilletas de tela, nos ofrecen un tacto agradable y acogedor. Y para reforzar esa sensación debemos decantarnos por colores claros, neutros, que nos ayuden a crear un ambiente luminoso, relajado y sin estridencias.
Una buena opción es utilizar manteles y servilletas de la colección Basics como el crudo, el arena, el rosa o el gris perla, entre otros. Confeccionados en tejido 100% algodón o en lino, se trata de dos materiales naturales perfectos para dibujar una atmósfera cálida y acogedora.
Para la decoración de mesas también pueden utilizarse manteles y servilletas de tela con estampados que transmitan esa sensación de calidez.
En ese sentido, más allá de colores claros, también podemos vestir la mesa con la tradicional cuadrícula de líneas rojas, blancas y grises, que nos da ese punto tradicional y acogedor. También la
colección Veggie, que nos transporta a nuestros orígenes dando un claro protagonismo a verduras y hortalizas.
Si después de la comida queremos seguir disfrutando de la compañía en un ambiente Hygge, podemos tener a punto sofás y sillones, también decorados con cojines y plaids de texturas y colores igualmente suaves. Los juegos de mesa, una banda sonora relajante o sencillamente ponerse cómodo con una taza de té pueden ser actividades de lo más Hygge.
Velas, el accesorio imprescindible para una comida Hygge
Como decíamos, los daneses son de los más felices del mundo. ¿Sabías que son también los que más velas consumen? Seguramente la cálida y tenue luz de las velas contribuye a crear ese rincón Hygge.
En la decoración de mesas, y en cualquier momento, las velas nos ayudan a rebajar la tensión y el ritmo de nuestro día a día. Apagar la luz significa desconectar de nuestra rutina, del ritmo trepidante en la oficina, de aquellas obligaciones que requieren de toda nuestra atención. Encender una vela, en cambio, es abrir una puerta al relax, a su poder hipnótico, al ir haciendo, a la intimidad…
Más allá de las velas, para conseguir una iluminación Hygge lo mejor es contar con una estancia con luz natural o, si no es el caso, colocar varias lámparas con luz suave en diferentes puntos de la sala.
Otros elementos para la decoración de mesas
Para favorecer el relax y nuestro bienestar no hay nada mejor que conectar con la naturaleza. En la decoración de mesas podemos incorporar elementos naturales como portavelas de madera, algún cesto de mimbre, salvamanteles de fibras naturales…
También puede ser una buena idea colocar alguna flor fresca en la mesa o contar con plantas en la estancia, ya sea colgadas del techo, en las ventanas, mesitas…
Un menú Hygge
Disfrutar de una comida Hygge no sólo es sentarse alrededor de la mesa, también es escoger el menú, comprar los ingredientes (preferentemente naturales) y preparar los platos. Hacerlo en soledad o en compañía, según tus preferencias, pero lo que está claro es que también debemos disfrutar del proceso.
Así que, si te apetece, busca alguna receta familiar que te recuerde a tu infancia, porque el Hygge también tiene mucho que ver con la nostalgia, con recordar a nuestros antepasados y evocar aquellos sabores que para nosotros tienen un valor sentimental.
Si no tienes ganas de meterte en la cocina, o crees que ello puede alterar tus nervios (por si el resultado no es cómo esperabas), puedes comprar unos deliciosos quesos y un buen vino, y tomarlos a la luz de las velas. Seguro que ese maridaje también te hará sentir bien ¡y mejorará tus niveles de felicidad!
Otros trucos para disfrutar de tu momento Hygge
Comodidad, sencillez, naturalidad… son algunos de los factores que contribuyen a ese estado de ánimo relajado y feliz. Así que si quieres disfrutar de una comida Hygge no olvides:
- Evitar distracciones y todo aquello que rompa la armonía (desconectar el teléfono móvil, evitar conversaciones que puedan provocar conflictos, no hablar de trabajo…).
- Reconocer el momento, y disfrutarlo. Si te sientes realmente bien, sé consciente de esa sensación y compartela con las personas que estén contigo.
¡Apúntate a la fórmula de la felicidad!